La leche bovina es uno de los alérgenos más importantes presente en los productos alimenticios, especialmente para los niños. Aún en muy bajas concentraciones puede causar reacciones alérgicas, que pueden conducir a un shock anafiláctico en los casos más severos.
De acuerdo con la UE Directiva 2003/89/CE, la adición de leche bovina debe ser informada en el etiquetado Aproximadamente el 80% de sus proteínas son caseínas (α-, β- y κ-caseínas), son resistentes al calor, haciéndolas estables a diferentes procesos de producción.